miércoles, 12 de febrero de 2014

El Personaje como actante

EL PERSONAJE COMO ACTANTE

El término actante (y análisis actancial) ha sido utilizado en el análisis del 
relato por A. J. Greimas. Para designar las funciones que pueden desarrollar los 
personajes en la narrativa y en el teatro. 
 Este asunto ya fue analizado por Vladimir Propp. Este investigador, 
después de analizar un amplio muestrario de cuentos populares rusos, constató 
que en todo relato maravilloso existen unos elementos constantes, que son las 
funciones realizadas por los personajes en el desarrollo de la acción. El número 
de funciones no se corresponde, según él, con el de personajes: una misma 
función puede ser realizada por varios personajes, o un único personaje abarcar 
varias funciones. Propp llegó a delimitar el número de funciones en treinta y una, 
y su representación se repartiría entre siete personajes: el héroe, el agresor, el 
donante, el auxiliar, la princesa y su padre, el mandatario y el falso héroe. 
En 1940 E. Souriau aplicó un estudio similar a obras de teatro, tratando de 
descubrir las «funciones dramáticas» que operan en el desarrollo de las 
situaciones dramáticas de una obra. 
Partiendo de los estudios de Propp y Souriau, Greimas introduce los 
términos actante y modelo actancial. Distingue seis actantes posibles: 

· Sujeto. Es el protagonista. El relato se organiza en torno a la búsqueda de un 
objeto deseado o temido. 
· Objeto. Se trata de lo que busca el sujeto (puede ser un objeto u otro 
personaje): es el objetivo propuesto. 
· Destinador. Sería cualquier personaje que pueda ejercer alguna influencia, y 
que actúa como árbitro o promotor de las acciones. El destinador propicia que 
la balanza se incline de un lado o de otro al final de la narración. Desde luego, 
la función del destinador es más o menos importante según a los personajes 
que afecte o según el momento en el que interviene. 
· Destinatario. El beneficiario de la acción, aquel que obtiene el objeto anhelado 
o temido. Aunque puede tratarse del protagonista, no tiene obligatoriamente 
que serlo (por ejemplo, un padre puede desear la felicidad para sus hijas, que 
serían en este caso las destinatarias). 
· Ayudante. Es la fuerza de apoyo para la consecución del objeto. Puede tratarse 
de un personaje, pero pueden desarrollar esa función otros elementos. 
· Oponente. Es la fuerza que constituye un obstáculo que impide conseguir el 
objeto. Como en el caso anterior, puede tratarse de un personaje o de otros 
elementos. 

LOS PERSONAJES COMO HERRAMIENTA CREATIVA
Los personajes marcan la diferencia. Nos permiten contar la misma
historia de maneras diferentes. ¿Cuál es el papel delos personajes como
instrumentos de la originalidad?
Cualesquiera que sean las dificultades que nos muestre la escaleta básica, es preferible evitar solucionarlo con añadidos arbitrarios y  precipitados. Por eso descartaremos incorporar soluciones o
situaciones que hayamos visto en otras películas, por mucho que nos gusten o nos parezcan geniales.
Cualquier guionista profesional coincidiría al afirmar lo difícil que resulta
mantener en movimiento el segundo acto. El trabajo de preparación de los personajes se lleva las tres
cuartas partes del volumen de tareas y escribir el guión, si se ha preparado bien,
solo necesita una cuarta parte del esfuerzo. Gran parte de esa preparación está destinada a mantener la atención del espectador en la pantalla y si no se preparan bien todas esas pequeñas cosas
que lo consiguen nuestro guión y nuestro esfuerzo no valdrán para nada.
Vamos a hacerlo bien.

SELECCIÓN DE LOS PERSONAJES
El primer paso consiste en hacer una lista de los personajes
imprescindibles, para eso basta leer el argumento y sacar conclusiones.
Una vez confeccionado el elenco, llega el momento de escribir de nuevo.
Esta vez a la búsqueda del personaje.

¿Qué parámetros y rasgos debe tener
un personaje de ficción?
El personaje es un ser que sale de tu interior, vía vuelapluma, hasta el papel. Un ser ficticio,
inventado, al que le das una vida, un destino trágico y un final.
Sin embargo debes amarlo y dejarle vivir la historia a su manera, con libre albedrío. Quizás
no te hayas dado cuenta, pero estamos jugando a ser Dios y eso es difícil. Uno siempre tiende a obrar y hablar a través del personaje. Eso es lícito, pero siempre que lo que haga y lo que diga sea coherente con la situación en que lo has puesto y con la idiosincrasia que tú mismo le has dado al personaje.

La creación de personajes tridimensionales
Llegados aquí, vamos a anotar el primer paso en la elaboración de un
personaje. Para empezar se les dota de un “código genético dramático”, el
DENEFIP.

 El DENEFIP: El Denefip se puede definir como una lista de parámetros con
el que equipamos al personaje; que son: deseo (D), necesidad (N), fin (F), intenciones (I) y pasión
(P). Una herramienta imprescindible. Su utilidad se basa en la disponibilidad de una serie de rasgos propios del personaje para mostrar su evolución y sus conflictos internos. De hecho es la base de un lenguaje semiótico de comunicación con la audiencia, al tiempo que le sirve al actor y al director

 Puede suceder que deseo, necesidad, fin e intenciones parezcan ser lo mismo ¿Cómo
distinguirlos?

 Citemos un ejemplo pragmático para ilustrar: 

EL PARADIGMA DEL LADRÓN.
Si se tratase de un argumento que reclamase un ladrón como personaje, podemos establecer: 
Deseo: Robar.  El deseo se entronca con la actividad del personaje, aunque puede depender del Punto de Giro. Es lo primero que mostramos del personaje.

Fin: Vender el botín robado.  Aún siendo igualmente elemental, ya nos muestra un nivel de conflicto
igual o mayor que el hecho de ser ladrón. ¿Qué va a hacer con el fruto del deseo? Como ya hemos comentado, ustifica los medios utilizados para robar.

Intención: Ganar dinero.  Fruto del fin. ¿Para qué quiere vender lo robado? Fíjate
que todos y cada uno de los elementos del Denefip contiene una línea de conflictos posibles inherentes a la actividad del personaje.

Necesidad:  Esto ya es más de autor, pues el personaje lo ignora. El punto clímax de la evolución de un personaje se establece allí donde esta necesidad se le revela al personaje. En este momento de la historia, el personaje renuncia al deseo y se establece la catarsis con el espectador. Podemos ir dejando detalles de esta necesidad que vayan aflorando poco a poco hasta el punto de inflexión.
En este caso podría tratarse de: el amor de la persona a la que roba.

La pasión:  Es la parte más humana del personaje y puede tener muy poco que ver con la historia. La afición por las flores  o los coches de carreras , nos pueden dar un ladrón muy distinto y particular a cuantos ya hemos visto en otras películas. Sirve, más que nada, para encontrar el rasgo más original del personaje.

Las tres “C”: Carácter, características y caracterización

El carácter Se muestra a través de la acción y es el público quien lo clasifica. Se define con un adjetivo: bilioso, apocado, sanguíneo, fuerte, débil, dúctil, lábil, follonero, bonachón, iracundo, inestable, etc.
Debemos encontrar la definición que nos sea útil a nosotros, sin perdernos en disquisiciones psicológicas ni en un catálogo somático que complique nuestro trabajo y nos ate demasiado.
Para poder disfrutar de la evolución del personaje es preciso dejar un
margen de maniobra a la creatividad.

Características
Sirven para distinguir un individuo de los demás. Se puede definir como una serie de opciones y actitudes ante la vida que e puedan mostrar físicamente, Siendo también el conjunto de factores
externos concretos que diferencian a un personaje del resto de la humanidad. Fumar en pipa, su trato personal (afable, vulgar, brutal, refinado), sus manías (puntualidad, filias y fobias), aficiones, etc.Las usaremos para mostrar de forma externa  los cambios internos  que tengan lugar en el personaje.

Caracterización
 Responde a la pregunta ¿Cómo le ven los demás?  Y se basa en la diferenciación entre el verdadero yo y su máscara. Determina su aspecto físicoSe define como un conjunto de detalles y atributos que dan personalidad a un ser humano, por lo tanto, a un personaje. Desde una marca familiar a su debilidad por las morenas de ojos azulespasando por su forma de vestir, sus taras físicas o su forma de pensar.de 
 Al igual que el carácter, podemos incluso acudir a una forma alegórica de describirlo en el texto y
presentarlo como “Un ratón de biblioteca”,“una monja alférez” o “un gorila con frac”.

Utilidades del Denefip y las tres C
Obtendremos tres propósitos cruciales para escribir historias originales:
· Poner una distancia entre nosotros y la historia; al vivirla el personaje
podremos evitar caer sobre situaciones que recordemos de otras historias.
Por lo tanto nuestra historia no recordará otras ya contadas.
· Los personajes hablarán por si mismos, con su propia forma de
expresión, por lo que evitaremos caer en la trampa de los novatos: que
todos los personajes hablen y actúen igual… que el autor.
· Los personajes reaccionarán por si mismos, evitando caer en la tentación
de obligarlos a actuar tal como haríamos nosotros.
De este modo crearemos un ser vivo del que decidiremos su destino
trágico aunque aprenderemos a dejarlo vivir la historia por sí mismo.

TÉCNICAS PARA EL DESARROLLO DE LOS PERSONAJES: LA BIOGRAFÍA UNA HERRAMIENTA PARA EL ENTENDIMIENTO DE CADA PERSONAJE Y SU ROL EN LA HISTORIA

Son una herramienta del autor. No trasciende fuera del entorno del desarrollo de la obra.
Una vez establecido el perfil del personaje necesario para la historia, vamos a justificarlo con una biografía que comprende la vida del personaje. Metafóricamente, el personaje es un instrumento
que construimos para después tocarlo. Nosotros ponemoslas notas, per él pone la música.
Puede parecer un trabajo arduo, pero es divertido y tampoco se trata de componer una novela.
Basta con consignar los hechos pensando en que aspecto del perfil se refleja. Es decir, se establece una encadenación ficticia causa – efecto. Por ejemplo, si a los siete años, su padre mata a la mascota familiar, por la razón que sea, eso puede ser determinante para que al personaje, dentro de la historia, le resulte insoportable tener mascotas en casa.

Seguiremos uno de los protocolos establecidos por Albert Dumortier.
¿Qué pasos establece este protocolo?

Abarca desde el nacimiento hasta el momento de entrar en la historia y
responde más o menos a un formulario  como el que pasamos a mostrar.


 FECHA DE INICIO DEL RELATO
AÑO:    MES / DÍA

Cuadro actual: Situación del personaje
Sexo
Nombre
Edad
Estado civil
Profesión
Domicilio
Vivienda Propiedad o alquiler / piso o casa / localización, etc.
Estatus

Fecha de nacimiento
Año     MES / DÍA

Antecedentes: LOS PADRES.
Edad padres Al nacer el personaje:
Lugar en la familia ¿Hijo único, mayor, menor? Etc.
·
EL PADRE
Nacimiento Fecha y lugar / en pueblo ciudad o capital...
Nombre Y apellido. Seleccionar según la época o región.
Profesión Manual o intelectual. Lugar donde practica y cargo que ocupa.
Estatus social. Tipo de relaciones socio profesionales, deportivas, etc.

LA MADRE
Nacimiento
Nombre
Profesión
Estatus social.

EL MATRIMONIO (si es que lo hubo, puede darse el caso de que los padres no hayan casado o se hayan divorciado)
El encuentro. Cuándo y dónde se encontraron por primera vez.
Tiempo noviazgo
Fecha boda
Domicilio. Cuando nace el personaje.   Pueblo / ciudad.
Vivienda Donde vivirá su infancia nuestro personaje.

 LOS ABUELOS: Paternos y maternos.
Nombre
Nacimiento
Profesión
Estatus
social.

·  LA GRAN FAMILIA.
Existencia de primos, tíos, amigos familia, etc.

NIÑEZ: primeros seis años.
Carácter. Alegre, dinámico, pasivo, reservado... Máximo 2 ó 3 aspectos.
Relación. Entorno familiar y otros (primos, amigos, etc.)
Vitalidad Salud y su influencia en el carácter.
Referencias. 2 ó 3 momentos claves que marcan la vida del personaje.
Espontaneidad Con el entorno: vecindario, naturaleza, otros niños, etc.

ADOLESCENCIA: de los seis a los dieciocho...
Pubertad. forma de superar los cambios (por si solo – en familia – fuera)
Escolaridad. Amistad / estudios
Amor y sexo. Primer amor (por quien, por qué, resultado)

JUVENTUD: Hasta el momento actual.
Estudios
Amistades
Amor y sexo
Currículum hasta situación actual.

Estamos justificando que un personaje sea como es. Este conocimiento nos permite trabajar con él y, como decía Albert Dumortier; “ponernos en sus zapatos”.

Las tres dimensiones del personaje: Pensamientos, Acciones y Emociones
Linda Seger propone un protocolo que parte de la afirmación: Pensamientos, acciones y emociones dan al personaje sus tres dimensiones. Y tiene razón, pues Pensar se relaciona con el carácter que le hemos
dado y sus características nos ayudan a establecer las actitudes y el modo de razonar del personaje

Actuar se refiere tanto a las acciones en sí, como a las decisiones que llevan a la acción. Es la forma de exponer las reacciones emocionales.

 Las Emociones  son el producto del carácter que le hayamos dado al personaje. Es fruto de su pasado sentimental y nos da una idea clara de cuales pueden ser sus reacciones emocionales. Para ello debemos conocer su modo de pensar, de ahí que en la biografía del personaje nos ocupemos de un entorno y de una educación que lo forjen tal como es. De este modo lo conocemos tan bien que podemos saber cómo piensa y como va a reaccionar. 

En el drama, el centro es la acción y la acción se divide en tres partes:

Las tres partes de la acción
 La decisión de actuar, la acción en sí misma y la consecuencia de la acción.

Podemos dar las tres o una de ellas, según nos convenga. El de la  decisión es un momento poderoso en
la revelación de un personaje y deja al espectador con la incertidumbre y en estado
de anticipación; a la espera y deseoso de los acontecimientos. Otra posibilidad reside en presentar solo las consecuencias, mostrando la reacción del personaje; manifestando así su evolución.
También podemos utilizar el antes y el después, pues las decisiones deben conducir
a acciones concretas. Al ver una película, el público, normalmente se fija sólo en la acción. Por
ejemplo; un asesinato.

La acción de cometerlo es importante para el devenir de nuestra historia, aunque es posible que no se
ajuste a nuestros planes mostrarlo directamente. Esto es lo importante; las  acciones y cuanto más características, mejor y siempre al servicio del parámetro escogido, aquello que está en juego para
el personaje: buscar, investigar, descubrir, engañar, planear una estrategia, crear nuevos entornos, manipular, vengar o corregir un error. Sea lo que sea pasa por transformar a otros personajes y a sí mismos. Debes darte cuenta de la capacidad que tiene de empujar al espectador dentro de una historia que hará  progresar por medio de acciones.

Características del personaje

Debemos utilizar las características del personaje para dar a sentir
su actitud frente a las situacionesEn todo caso debemos dotarlo de creencias que puedan respaldar sus acciones. Es decir; su modo de pensar encontrará su forma dramática en lo que hace. Esto nos lleva a trabajar en otro aspecto:

Las actitudes.
La actitud se expresa también a través de la acción y puede ayudar a los
actores a componer su personaje. También debemos evitar errores. En
este caso el de cargar el guión con excesivas acotaciones de actor.
Ya sean cínicos, positivos, optimistas o agresivos, el público conocerá la
realidad de un personaje por su actitud y por las acciones características
que la acompañan.

Todo buen personaje toma una postura ante la vida y su
actitud se manifestará en las acciones que realiza y en su
relación con los demás.

La vida emocional los define, del mismo modo que ocurre con sus
actitudes. Para poder obtener una vida emocional clara para cada
personaje debemos relacionarlos entre si.